La Cámara Peruana del Libro no desiste en extender los beneficios tributarios por 10 años más
La principal diferencia entre las propuestas presentadas por el Legislativo y el Ejecutivo es netamente en aspectos tributarios. Por un lado, tenemos la propuesta del Ejecutivo, que contempla la devolución íntegra del Impuesto General a las Ventas (IGV) solo a las pequeñas editoriales, mientras que lo propuesta de la Cámara Peruana del Libro (CPL) y el Ministerio de Cultura responden a todas las editoriales sin distinción alguna por el margen de ganancia que perciben anualmente.
Teniendo estos polos claros y bien definidos, podemos ver que la propuesta del Ejecutivo discrimina a las grandes editoriales de recibir estos beneficios tributarios, pues dicta que las editoriales deben tener como máximo el monto de 150 Unidades Impositivas Tributarias (UIT) para poder acceder a este beneficio, mientras que la ley vigente dice que para ingresar al beneficio tributario, las editoriales deben percibir, como mínimo, el 0,25 % de una UIT. ¿Por qué condenar el éxito? ¿Solo por ser más rentable pierdo el beneficio?
Otro punto a tener en cuenta es que la renovación de beneficios tributarios propuesta por el Congreso contempla 10 años de extensión, mientras que el Ejecutivo ha propuesto una prórroga de tan solo 3 años, tiempo insuficiente para que la industria editorial en el país perciba algún beneficio y pueda salir adelante ante esta inminente crisis cultural.
La ley también vela por la promoción de la lectura en el país, sin embargo, las trabas económicas ponen en juego estas intenciones, pues lo que se busca es que los precios de venta y distribución no aumenten. Para el ministro Luis Jaime Castillo, aún existe una posibilidad de consenso entre ambos poderes. El Ejecutivo tiene que dar el brazo a torcer si es que se quiere generar una cultura de lectura sostenible, no solo en hábitos, también en economía.
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