Un adelanto de elecciones generales sería lo más parecido a la cereza del pastel (porque no se disolvió el Congreso) debido a que, según la encuesta Ipsos de mayo 2019, el 71 % de la población desaprueba la gestión del Legislativo. Sin embargo, su aplicación podría desatar un nuevo panorama de crisis de la cual, evidentemente, no estamos preparados.
Según la encuesta Datum de agosto 2019, el 29 % de los peruanos votaría en blanco mientras que un 12 % no sabría por quién votar, refiriéndonos solo a las elecciones presidenciales. ¿Cómo pretendemos esperar un mejor gobierno si muchos de nosotros no sabemos por quién votar? Y ni pensar en los próximos congresistas, porque muy poco sabemos de los aspirantes.
Congreso de la República del Perú
Por otro lado, el portal RPP mencionó que “un posible adelanto de elecciones generales presenta un alto riesgo de reducir las proyecciones de crecimiento planteadas para el 2019 y el 2020”. Esto, debido a que las empresas tanto nacionales como internacionales invierten en un país cuando se les brinda confianza y estabilidad, y nuestra situación actual dista mucho de esa condición.
Principalmente por estos dos motivos es que no se deben adelantar las elecciones, por más que queramos que se investiguen a muchos de los parlamentarios cuyas acciones dejan mucho que desear. Por ello, debemos esperar a que termine su mandato, y para ese entonces la justicia deberá hacer su parte y nosotros, ejercer un voto responsable.
Comments